Mi Îdolo

Mi Îdolo
Porque lo ees todo, Andrès Palop

nadie puede compararse a ti...

Poque los sueños de ayer, son las esperanzas de hoy y pueden llegar a hacerse realidad mañana....
Porque mi sueño es conocerte..
Porque mi esperanza es llegar a tí algún dia...
Porque mi realidad es tenerte lejos...
Siempre grande, siempre fuerte, Andrés Palop sin duda...

lunes, 8 de junio de 2009

Un 1-0 que clasificò al Jaèn para la siguiente ronda


El Real Jaén vistió de coraje y fe la victoria más importante de la temporada, la que le valió para llenar de felicidad el Reino de Jaén. Arriaga marcó al comienzo del partido el gol que supuso el triunfo y la clasificación. Pero el héroe fue el meta Dani Hernández, que detuvo un penalti a Jonathan Valle. Ahora espera el Villarreal B.

Apenas se había posicionado en el campo cuando le envió el balón para que lo recogiera. No había comenzado el partido, pero fue un símbolo de complicidad y un gesto de fortuna. Se lo transmitió Sergio Rodríguez a su amigo, Dani Hernández, y le deseó esa suerte que tiene todo campeón, la que él tuvo en Japón o en Madrid. Hasta en eso se conocen. Fue un preludio extraordinario. El portero estuvo sobresaliente y magistral. No tuvo dobleces. Creció de manera inmensa en la noche jiennense para llevar a su equipo a la tercera eliminatoria. Dos paradas sensacionales y un penalti desviado a Jonathan Valle lo encumbraron otra vez. Su figura sobresalió por encima de esa multitud que lo abrazó al final del encuentro. Pero no fue la única estrella. El Real Jaén en conjunto brilló en el verde firmamento de La Victoria en una noche apasionada e inolvidable. Jaén fue el Real Jaén. Tan simple.
La primera parte fue frenética, de ida y vuelta, con dos conjuntos que buscaron de manera decidida la portería contraria. El Real Jaén dio pronto con el gol que pretendía, lo que le otorgó ese plus que necesitaba para superar a un rival con un elevado nivel técnico, pero con una debilidad notoria en defensa. El equipo de Carlos Terrazas puso corazón y energía en el arranque, se armó de valor empujado por una afición maravillosa y sentó muy pronto las bases de su comportamiento. Desde el primer instante, tuvo claro por dónde romper al rival. Así surgió un delicioso pase de Solabarrieta a Arriaga, que le ganó la espalda a su defensor y superó al meta Alejandro con un toque sutil y preciso. Indescriptible. La Victoria estalló. Nunca se ha visto nada igual en este campo.
La Ponferradina asimiló con rapidez el tanto. Comenzó a tener el balón y a trazar buenas triangulaciones. Fabricó oportunidades importantes y claras. Las bandas fueron estiletes y De Paula, un peligro constante. Pese a su edad, conserva un sentido táctico excelente y un remate demoledor. En medio de los desajustes defensivos, cuando los hubo, surgió la figura de Dani Hernández. Le sacó dos balones de gol al “nueve” leonés. El Real Jaén sufrió a veces, otras le dio pausa al juego y, en otras, puso a prueba a Alejandro en jugadas elaboradas y brillantes. Lo importante es que el gol de Arriaga tuvo belleza y efecto.
El encuentro subió de tensión cuando en la reanudación una cesión de Fabios a Dani acabó en penalti. Un suspiro para la gloria o para el fracaso. El portero pidió fe y puso ilusión. Lo hizo todo bien. Marcó los tiempos, lateralizó con destreza y adivinó el disparo de Jonathan Valle. El suspiro fue de alegría. Inmensa al principio, pero contenida después, porque acto seguido Galera sacó un balón debajo de la misma portería. Sin embargo, el Real Jaén supo sufrir y no desesperó. A partir de entonces, jugó su partido, cosió sus líneas y buscó el contragolpe. Lo encontró con frecuencia, aunque unas veces el palo, en tres ocasiones, y otras el portero Alejandro evitaron que la sentencia llegara a la eliminatoria. El equipo de Terrazas se fortalece siempre en la adversidad, en la que encuentra ese golpe de suerte necesario que le permite rehacerse y levantar su fútbol. A menudo, ese sufrimiento casi extremo da paso al respiro y al aire fresco. Y así fue. El Real Jaén se repuso, cogió el control del juego y manejó el partido como más le gusta. Firme atrás y a la contra. No llegó el segundo gol por la misma razón que la Ponferradina no hizo el primero suyo. La recta final fue un delirio. La Victoria se puso en pie, gritó, cantó y alentó a los suyos hacia el triunfo. Sin palabras. La confianza y el trabajo condujeron al Real Jaén al último escalón de la fase de ascenso. Esa fe y ese coraje engrandecen el Reino de Jaén.

2 comentarios:

  1. oleeeeeeee q subis del tiron!!
    ya vas a tener a palop mas cercita!

    ResponderEliminar
  2. jajaj ojalàaa tngo muchas esperanzasss porke no veas que ilusiòn! ejjejeje aupa Jaènnnn a por todasssss

    ResponderEliminar