Todos coinciden en que la llegada de algún refuerzo en el mediocampo es imperiosa, más aún tras la anunciada marcha de Maresca, que dejaría a Romaric, Duscher y Fazio como únicos integrantes de la medular. Sin embargo, lo que no parece estar tan claro es la nacionalidad que debe tener dicho refuerzo, ya que desde el club parecen decididos a traer un futbolista africano, que dote de más potencia al centro del campo. Pero tal idea, teniendo en cuenta que en la próxima campaña tendrán lugar la Copa de África y el Mundial, parece algo arriesgada.
El Sevilla, al igual que Barcelona, Madrid, y posiblemente, Atlético de Madrid, tendrá que afrontar la próxima temporada tres competiciones, y en caso de que tanto Romaric como el nuevo mediocentro deban marcharse a la Copa de África, dejarían a Duscher y Fazio como únicos responsables de manejar el fútbol de los de Nervión durante mes y medio, eso sin tener en cuenta el sobreesfuerzo físico que supone jugar dicha competición, y las posibles lesiones que puede acarrear durante el resto del curso. A estas dos posibles ausencias, se les unirían las de Kanouté y Koné, por lo que los hombres de Jiménez se quedarían en cuadro, algo que no puede permitirse un conjunto que aspirará a todo en Liga, Copa y Champions.
Políticas diferentes
Son justo esos problemas los que han hecho a otros grandes clubes, poner sus miras en jugadores que no deban disputar la copa africana, para reforzar sus plantillas de cara a la próxima temporada. Es el caso del Barcelona, que teniendo ya en plantel a Touré y Keita, se ha decantado por buscar un centrocampista fuera de los límites de África. Más en concreto ha fijado su interés en Mascherano, ya que el Liverpool necesita vender para paliar sus deudas, y el jugador cumple perfectamente las exigencias del club. También el Madrid ha apostado por la misma política, teniendo el fichaje de Xabi Alonso como máxima prioridad.
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